Tras los anuncios de medidas realizados por el Consejo Federal de Salud, la enfermera y dirigente de izquierda cuestionó la utilidad de los comités y aseguró que deben contar con la participación de profesionales y trabajadores de la salud.Por Martín Mérola La dirigente de izquierda, enfermera y reciente candidata a diputada nacional por el MST-Nueva Izquierda Vilma Ripoll se refirió a las disposiciones para manejar los casos de gripe A adoptados por el Consejo Federal de Salud. Ripoll aseguró que el Gobierno nacional “viene actuando en forma tardía, parcial y descoordinada, y los fondos extra asignados todavía no llegan”.En este mismo sentido, aseguró que para que el Consejo sea realmente efectivo debe incluir la participación de profesionales y trabajadores de la salud a los comités de crisis, tanto el nacional como los provinciales. “Si las respuestas ante esta gravísima epidemia de gripe A quedan sólo en manos de los funcionarios no tendremos ninguna garantía de su eficacia”, aseguró.
lunes, 6 de julio de 2009
sábado, 4 de julio de 2009
Improvisación, desidia y ocultamiento:
El gobierno frente a la Gripe A
Pasaron las elecciones y se tornó imposible ocultar la verdad. Nuestro país es uno de los principales afectados por la gripe A. Hasta hoy suman 43 las muertes declaradas y 50.000 los infectados. La enfermedad tomó una velocidad muy peligrosa. El gobierno sigue improvisando. Y el sistema de salud está colapsado. Varias provincias han declarado, tardíamente, la emergencia sanitaria. Hasta el cierre de esta edición, cuando asume el nuevo ministro de Salud, el gobierno nacional sigue con la negativa a declararla.Negaron la gravedad de la epidemia y la agravaronCon el Dengue se negaron a aprobar la Emergencia Sanitaria por expresa orden de Cristina cuando el número de infectados superaba los 100.000. Ahora ocultaron la gravedad de la epidemia de gripe A. Como denuncia el infectólogo Jorge San Juan, los representantes del Comité de crisis y la renunciante ministra Ocaña había pedido que suspendan las elecciones y fueron desoídos por el gobierno. La renuncia de la ministra no es sino otro capítulo de un triste personaje que con su impotencia y complicidad no hizo sino agravar la situación sanitaria del país.Da indignación recordar las recomendaciones del Ministro de Salud bonaerense Claudio Zin, de que debían dejarse 2 metros de distancia en la cola electoral y usar barbijos para evitar el contagio. De que debían las autoridades de mesa lavarse las manos con alcohol en gel y proveer goma de pegar para unir las solapas de los sobres con la boleta. En la mayoría de los lugares la gente se apiñaba en las colas de pasillos escolares en un día muy frío. El alcohol en gel sólo estaba en algunas mesas. Barbijos sólo para el presidente de mesa y el suplente, los fiscales no importaron, la goma de pegar se la encontró en alguna mesa. Un desastre, si querían aumentar el contagio lo lograron.Y ahora que la provincia de Bs. As. y la Capital, junto a 16 distritos más han declarado la emergencia y alargado las vacaciones, los sanitaristas contrastan estas medidas tardías con las tomadas por México, que con 60 muertos (unos pocos más que los declarados en Argentina), lanzó un receso total en el distrito Federal (en el que viven 20 millones de personas), no sólo de las clases en todos los niveles, sino de espectáculos públicos, asistencia a shoppings y receso en la actividad laboral. Para cortar la propagación del virus, que se torna explosiva ya que la población no tiene anticuerpos para el mismo.El sistema de salud colapsadoSi hubieran declarado la Emergencia Sanitaria en oportunidad del Dengue, el alicaído sistema de Salud tendría al menos mayores recursos para enfrentar el desborde actual. Justamente porque la Emergencia permitiría aumentar los recursos, tanto en fondos para el sistema, como en contratación de personal e insumos y el involucramiento de las universidades y establecimientos privados entre otras medidas.Lamentablemente no haberlo hecho en su momento ha contribuido enormemente a que frente al brote, se encuentre todo el sistema de salud colapsado. Primero colapsó el sistema privado de emergencias, luego los hospitales de Capital y el Conurbano. Varios hospitales interzonales bonaerenses aumentaron la demanda con centenares de turnos de pediatría. Los municipales completaban el cuadro descripto. Y ni hablar de la desvastada atención primaria.Con guardias abarrotadas, sin lugares donde internar a la gente afectada de neumonía, ya que el brote de gripe A (que según distintas voces médicas ya constituye la mayoría de los infectados por gripe), se suma a la gripe estacional y a las enfermedades respiratorias propias de la época como la bronquiolitis en los niños y las neumonías clásicas.Así la falta de enfermeras, médicos, insumos -desde antivirales hasta sábanas o colchones- hace que haya pacientes con cuadros clínicos que debían derivarse a terapia intensiva, demorados por varias horas en los boxes de las guardias.La falta de personal profesional es dramática ya que el actual plantel es absolutamente insuficiente para frenar la emergencia. En nuestro país hay unos 116.000 médicos. Según las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que indican un médico cada 1.000 habitantes solo para la atención primaria, y considerando la cobertura de los otros servicios, habría como mínimo que duplicar el plantel actual. Mientras los hospitales públicos no cubren las vacantes e incluso se anulan cargos cuando se producen jubilaciones y las universidades expulsan alumnos, porque para las autoridades sobran profesionales. Otro tanto sucede con las enfermeras. Por ejemplo en la Ciudad de Bs. As. si se nombrara todo el personal faltante, incluidas más de 2.000 enfermeras, se podrían habilitar ya mismo más camas para responder al aumento de la demanda. En el Hospital de Niños, por ejemplo, 6 de las 18 camas de terapia intensiva hoy siguen cerradas por el déficit de enfermeras. Además el Decreto 495 del 4 de Junio, bajo la promesa de crear cargos médicos, de hecho reduce las horas de atención justo en medio de la epidemia.Antivirales sólo para los enfermos gravesExiste un antiviral, el Oseltamivir, que puede usarse en adultos y niños (incluso aquellos menores de un año) para el tratamiento o la prevención de la gripe H1N1. Según el presidente del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta, si el medicamento se usa adecuadamente tiene entre el 89 y el 94% de efectividad en las primeras horas de la enfermedad. Pero sale $ 150. Hay dos laboratorios del país que lo producen. En Chile se lo administran a cualquier paciente con síntomas, en nuestro país sólo a los enfermos confirmados y grupos de riesgo. Lo cierto es que más allá de todo debate sanitario, no puede privarse a ningún enfermo de la medicación prescripta por un profesional y el Estado debe proveer gratuitamente los medicamentos a todos, incautando si es necesario las partidas de los laboratorios que los producen.Hacen falta medidas de emergenciaHace falta declarar una verdadera Emergencia Sanitaria Nacional. El estado nacional debe intervenir decididamente con recursos para combatir la crisis. Pero la administración de los mismos no puede quedar en manos de un Comité de Crisis amordazado por las decisiones arbitrarias de un gobierno que ha actuado en forma totalmente irresponsable. Lamentablemente hasta ahora el Comité de Crisis, creado con tanta pompa en su momento con el declamado objetivo de evitar la penetración de la enfermedad, ha resultado totalmente ineficaz. No podemos confiarnos de los anuncios del nuevo Ministro de Salud Manzur. La mencionada partida de 1.000 millones de pesos, el receso escolar y asistencia a las embarazadas y población de riesgo, resultan completamente insuficientes dada la gravedad de la crisis. Sobre todo cuando la subejecución de las partidas asignadas al área de Salud viene siendo la regla.Hace falta un asueto generalizado por lo menos en la ciudad de Bs. As.(incluido el conurbano) tal cual se hizo en México en el momento de pico de la epidemia para frenar el contagio. Y debe el estado nacional y las patronales cubran el sueldo integro de los trabajadores. A su vez debe mantenerse y reforzarse la asistencia social que venían prestando las escuelas en alimentos y otras prestaciones a las poblaciones de menores recursos.
Gustavo Giménez
Gustavo Giménez
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